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sábado, 13 de agosto de 2011

TRANQUILIDAD... CON OJO AVIZOR A VENDEHUMOS

En absoluto, me preocupan las derrotas ante el Sestao o el Lemona. No se tienen por qué encender las alarmas. Aunque claro aquí hay muchas versiones. Unos dicen que ante esos rivales de categoría inferior VendeHumos ha puesto en liza a los teóricos suplentes y por lo tanto no problem (se olvidan de lo que nos puede suceder si tres o cuatro titulares se lesionan por ejemplo),... y otros sí ven el semáforo en rojo.
Quien escribe apela por enésima vez a mi argumento: este período veraniego plagado de partidos amistosos es tirar pa el monte y los encuentros oficiales es tirar pa el mar... o viceversa. Lo realmente importante llega en el primer choque ante el Trabzonspor. A partir de ese momento hay que ganar, ganar,... y ganar. Recuerdo la pretemporada 90-91 con mi estimadísimo Javitxu Clemente en el banquillo donde conquistamos el presitigioso Trofeo Colombino y parecía que íbamos a quedar campeones... ¡y casi bajamos!. Por lo tanto, en el aspecto resultados, tranquilidad.
Ahora bien. Lo que si me inquieta..., y mucho, es la palabrería del señor VendeHumos, el tremendo palizón que les ha dado a los futbolistas (¿llegaremos fundidos?), los halagos que le han propinado algunos arratrados ante esa propuesta ofensiva que parece que ha descubierto él y sólo él, lo que presumiblemente divertimos al público,... y sobre todo las excusas que suelta por el morro a la hora de cosechar un resultado negativo. No vamos a ser repetitivos porque ustedes lo pueden leer en este mismo blog. ¿Recuerdan lo que dijo tras la derrota ante el Tothenham?, ¿Y qué manifestó en Sestao?,...
Creo que los pretextos son tremendamente perjudiciales para un club. Ante esta tesitura, el entrenador no busca soluciones y el jugador se contagia y confía ciegamente en que lo que hace es lo correcto... cuando resulta que no ganamos un partido. A larga meterte en esas aguas pantanosas de lloriqueo, el daño puede ser irreparable.
En resumen, tranquilidad queridos amigos por lo que han deparado los partidos amistosos. En cambio, ojo avizor al señor VendeHumos porque su conducta puede destrozarnos.

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