Aquí no hay habladurías. Ni rollos en ruedas de prensa. Ni historias para no dormir. Ni estupideces de si el juego exhibido es bonito, medio bonito, feo o medio feo. Estas pollabobadas afortunadamente ya pasaron a la historia.
Aquí tenemos una realidad innegable. 36 puntos en el bolsillo una vez finiquitada la primera vuelta. Un registro que si no fuese por la presencia de Barca, Atlético y Madrid, nos auparía a liderar la mejor liga del mundo. La marca es sencillamente genial. De órdago. El Athletic está que se sale y el artífice de esta sobresaliente trayectoria se llama Txingurri Valverde. Tiró al cubo de la basura todas las imbecilidades que se encontró en Lezama nada más aterrizar y ha convertido fácil lo difícil. Aplicando la sencillez y el sentido común está llevando al Athletic a La Champions. Su trabajo es fantástico. Y no es un invento mío. Insisto, lo reflejan los números que no son fruto de la casualidad. Valverde no tira una moneda al aire en la previa de todos los partidos y según salga cara o cruz, la suerte le sonríe. Nuestro míster se lo está currando. Por ejemplo, ha sido capaz de apartar a Beñat, que se presumía titularísimo en el presente curso y se ha decantado por otras opciones. No le ha temblado el pulso para tomar decisiones. Juega el que se lo merece. Y lo más importante es que nuestro Athletic funciona como grupo.
Sin embargo, los elogios no proliferan... más bien escasean. Si un cantamañanas amigo de Segurola ocupase el banquillo del Athletic actualmente, algunos serían capaces de quedarse sumamente a gusto con sus partes nobles desnudas delante de él. En cambio, afortunadamente tenemos a Valverde, pero su figura no vende para algunos lameculos.
Ganar 6-1, que fue lo que hizo el Athletic ayer ante el Almería, no es tarea fácil. Lo conseguido tiene un mérito incalculable. La goleada no la puso en bandeja el rival. Se la ganó con sudor, seriedad, claridad, verticalidad y acierto el Athletic. No me vendan la gran mentira que dice que el Almería fue una perita en dulce. Aquel que opte por esa premisa tergiversará la realidad hasta límites insospechados. Manipulará como un cosaco. Creo que hasta los amigos del cantamañanas se irán subiendo poco a poco al carro, aunque algún lametraserillo dirá que el 6-1 es lo mínimo que debía conseguir el equipo rojiblanco. Visto lo visto, te puedes esperar cualquier cosa.
En fin, sé perfectamente que resta un mundo, toda una segunda vuelta para ser más exactos. Ahora bien, el Athletic tendría que pegar un bajón histórico para no jugar en Europa y a poco que lo haga bien se asegurará la cuarta plaza que ocupa en estos momentos. ¡¡¡Casi nada compadre!!!
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