Ya han pasado unas horas del triunfo ante el Real Madrid y aún no me creo la hazaña. Porque lo conseguido es sencillamente eso, una auténtica hazaña. Se impuso un equipo basado en su cantera -- porque digan lo que digan Navarra también es nuestra cantera -- a un oponente bañado en miles y miles de millones de euros. Un Real Madrid que nada en la abundancia y que no se corta un pelo si por ejemplo tiene que desembolsar 60, 70 u 80 millones por un jugador. Por eso, el mérito del Athletic es tremendo.
Aunque mi corazón siempre apuesta por el equipo de mi alma, ni en mis mejores sueños barruntaba una victoria rojiblanca. Pensaba en Ronaldo o Bale haciendo un descosido a nuestra endeble defensa y me entraba un tembleque de padre y muy señor mío. Afortunadamente, me equivoqué y el Athletic se impuso con todas las de la ley. Lo hizo gracias a un excelente cabezazo de Aduriz tras una mágica asistencia de Mikel Rico. Si Del Bosque fuese justo debería convocar al delantero donostiarra. Ni edad, ni gaitas en vinagre. Hay que mirar el rendimiento... y ahí Aduriz marca diferencias.
Iraizoz tuvo una actuación sobresaliente. Si en muchas ocasiones quien escribe lo ha criticado, no me duelen prendas en reconocer que lo bordó ante el Madrid. Realizó tres o cuatro paradas providenciales e influyó decisivamente en la consecución del triunfo.
Iñaki Williams evidenció nuevamente que tiene un futuro espléndido. Más que futuro... un presente. Porque ha experimentado un avance notorio en apenas unos meses. Es un velocista. Tiene garra, empuje, unas inmensas ganas de triunfar... y calidad, mucha calidad. Ante el Madrid se atrevió a driblar a un veterano llamado Pepe y salió vencedor. Sólo le falta ese punto de veteranía -- lógico porque es un chaval y está empezando -- para dar el espaldarazo definitivo. Y marcará muchos goles. Al tiempo.
Cuatro victorias en los últimos cuatro partidos oficiales (si obviamos el choque de vuelta ante el Torino) Tres en Liga y una en Copa con el pase a la final y el triunfo ante un trasalántico llamado Real Madrid. El botín es realmente sustancioso. Sin embargo, no debemos obviar un dato. En el presente curso hemos sido una auténtica sangría defensiva... y en estos últimos cuatro partidos no hemos encajado. ¡¡¡Bieeeennnn... muy bieeeennnn!!! Si no encajas tienes mucho terreno ganado.
Y llegados a este punto, el sentimiento vuelve a brotar. Lo que uno sintió anoche -- al igual que el resto de aficionados al Athletic -- fue sencillamente inolvidable. Satisfacción, felicidad, orgullo... un cúmulo de sensaciones muy difíciles de explicar. Ahora bien, lo que si tengo claro es que lo vivido y lo que seguimos viviendo hoy domingo es espectacular. Porque ser del Athletic es lo más grande que hay en el mundo. ¡¡¡GORA ATHLETIC Y GORA EUSKAL HERRIA HASTA EL INFINITO!!!
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