Enlazo estas líneas sesenta minutos después de finalizar el Athletic-Barca de Copa. Y ya sé que los eruditos me podrán espetar que estoy caliente... pero sé perfectamente lo que escribo. Lo sucedido esta noche en La Catedral del Fútbol Mundial es una auténtica vergüenza. Sí, vergonzoso y absolutamente abominable. Ya me lo avisó un excelente amigo en tiempo de descanso: ¡¡¡Cuidado con el árbitro en el segundo tiempo, Iñaki!!!... Y mi colega acertó de pleno. El colegiado se arrodilló ante la potencia y dibujó un arbitraje totalmente decantado a favor del billonario y que ya me gustaría ver en el choque de vuelta en el Nou Camp. Por ejemplo, hablan del codazo de Aduriz a Umtiti.... ¿y qué hizo este sujeto en la segunda parte? Tres cuartos de lo mismo. Además, con qué facilidad el trencilla dejó al Athletic con nueve futbolistas sobre el terreno de juego... sin olvidar al fantasma de Neymar reclamando un penalti totalmente inexistente y a los inefables Busquets y Piqué reclamando faltas absolutamente en todas las acciones. En definitiva, una auténtica vergüenza.¿Qué quieren que les diga? Esta historia está montada así: tanto Barca como Madrid (el orden de los factores no altera el producto) deben imponerse... por cojones. Ya sea deportivamente... o porque el señor colegiado barre para casa. Repito, es vergonzoso... Sin embargo, la luz que va delante es la que alumbra... y de momento alumbra la Luz Rojiblanca del Mejor Equipo del Mundo, EL ATHLETIC CLUB DE BILBAO.
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